¿Cómo incluir el queso en nuestra dieta?

Con ocasión de un régimen o de una dieta, para que sea eficaz, es necesario reducir su consumo de calorías y de lípidos. Estos últimos son productos que conviene consumir con moderación, puesto que la grasa se instala rápidamente y es muy difícil de eliminar. Particularmente nos referimos a la celulitis.

Autor: andreas160578-Pixabay

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Felizmente, existen alternativas al queso. Esos productos light permiten darse gusto. Uno de los mejores productos a base de queso es el queso fresco. Puede ser light o no. El bajo en grasa es ante todo un buen compañero a la hora de hacer una dieta para bajar de peso. Pero la pregunta que hoy nos hacemos es si el queso fresco engorda o ayuda a adelgazar.

Veamos ahora algunos elementos de respuesta para saber algo más sobre el queso fresco y la posibilidad de incluirlo en la dieta.

¿Qué es el queso fresco?

El queso fresco no es graso, es pobre en materias grasas, y contiene 0% de grasa. Es muy parecido al queso blanco, la única diferencia notable es un sabor más salado que el del queso fresco. La diferencia con el queso blanco es que está batido. Como cualquier producto lácteo, como puede ser el queso de cabra, el valor nutricional del queso fresco es interesante. Contiene concretamente vitamina A, vitamina D, fósforo, prótidos y lípidos. También es una excelente fuente de calcio. Esta última es muy útil porque refuerza los huesos y en ciertos casos permite quemar grasa. Por lo general, pasteurizado, puede ser consumido sin riesgos por cualquier persona, concretamente en el caso de las mujeres embarazadas.

El queso fresco, un aliado para la dieta

Contrariamente a ciertos quesos artesanos fabricados con leche cruda, con leche de vaca, o incluso con leche de cabra, el queso fresco es magro. La composición del queso fresco hace que sea relativamente graso. Por lo tanto, es un buen saciante, lo que impone que se coma menos cantidad. Y sobre todo, la versión pobre en grasas del queso fresco contiene aproximadamente 73 calorías por cada 125 gramos.

Los beneficios del queso fresco

El principal beneficio del queso fresco es que se puede consumir bajo diferentes formas. Por ejemplo, si os gustan las salsas y no sabéis por qué reemplazar la mayonesa, un poco de queso fresco ligado con mostaza o con zumo de limón puede ser una alternativa ideal. También se puede saborear en forma de yogur, acompañar carnes, féculas o verduras en vez de salsa. Batido junto con frutas, también se puede consumir en smoothie.

Priorizando el queso fresco frente al queso tradicional y, sobre todo, escogiendo la versión light o 0% de materia grasa, será fácil desprenderse de esos kilos de más.

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